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-¡Aquí, haciéndonos las fotos que hay que hacerse después de la boda !

Esta frase no la escuché yo directamente. Un compañero Fotógrafo le estaba haciendo un postboda a una pareja. Él, por supuesto, no había presionado para realizar la sesión. Era un regalo que les hacía a los novios para poder ser competitivo. Se encontraron con una chica amiga de la novia y ésta le soltó con fastidio la frasecita de arriba. Como me comentaba mi compañero:

-Nadie la había obligado a hacer el postboda. Como es un regalo habrá pensado que no quería perderlo. Pero es absurdo hacer algo que no te apetece en absoluto y que te resulta fastidioso.

Desde el pleistoceno, cuado yo empezaba a hacer reportajes, siempre ha habido parejas que, si no habían podido hacerse fotos de exteriores por falta de tiempo o porque el dia fuera superlluvioso o algo parecido, quedaban con el fotógrafo para vestirse de nuevo de novios y realizar la sesión que no pudieron hacer en su momento. En aquel entonces no se denominaba postboda.

 

La moda viene de lo que los americanos llaman «Trash the dress»: te vistes otra vez de novia pero para hacer con el vestido algo que el día de la boda no podrías haber hecho: ir a una playa y meterte en el agua, ir a un campo y revolcarte entre las flores, e incluso he llegado a ver batallas de pintura.

Donde quiero ir a parar es a lo siguiente: si te apetece hacer un postboda, o sea, una sesión fotográfica después de la boda, hazlo. Ya sea tipo Trash the dress o más tranquilita.  Pero no es necesario pasar por un mal rato a la fuerza.

Aquí te muestro un postboda en la playa, incluso metiéndonos en el agua, pero también otros que no se diferencian de las fotos que se podrían haber hecho el día de la boda. Lo que si recomiendo es que el peinado, por ejemplo, sea algo diferente. O que no lleves la mantilla o el velo para que quede más fresquito y menos formal.¡Ah! Y por lo que me comentan las novias,  después llevan el vestido al tinte y se queda superbien.

Fotos del postboda.

Sesión del mismo día de la boda.

 

De todas formas soy de la opinión de que no hay que cerrarse a ideas preconcebidas. Actualmente son muchas las parejas que se casan teniendo ya hijos. En ese caso es muy bonito que el postboda sea una sesión de fotos familiares en un ambiente divertido y relajado. Hay que valorar esos momentos en los que se puede disfrutar de la familia.

Día de la boda.

 

Postboda familiar.

Por otra parte está el preboda. Lo más habitual es hacerlo para romper el hielo: de esta forma el dia de la boda te sientes más relajado en presencia de una cámara. Hay fotógrafos a los que les gusta el preboda para ver cómo quedan los novios en fotos y poder tener claro los planos que van a quedar mejor el día de la boda.

 

Pero de las misma forma que con el postboda hay que abrir la mente y pensar en otras alternativas. En algunos casos hemos utilizado el preboda para documentar una pequeña fiesta que los novios han hecho con sus amigos el día anterior a la boda. En mi caso simplemente voy haciendo fotos de los novios disfrutando con los amigos, a modo de calentamiento del día grande que se avecina.

Otra opción es, en el caso de las bodas civiles, documentar la ceremonia que en algunos casos se oficia, previamente al día de la boda, en presencia de una autoridad municipal. Aunque no sea un momento tan emotivo como el día en que van a estar todos los invitados, puedo asegurar que llena a los novios de una alegría inmensa y es un recuerdo muy bonito.

Ceremonia en el Ayuntamiento.

El gran día de la Boda.

En conclusión. Las cosas hay que hacerlas si te apetece. Y si te apetece, piensa que merece la pena echar imaginación para sacar el mayor provecho a una etapa de tu vida irrepetible.

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